La formación continua, elemento clave para los directivos
En general, pero también especialmente en el mundo actual, los cambios suceden muy rápidamente. Para afrontarlos es imprescindible que los profesionales se formen continuamente para actualizar sus conocimientos y no dejar de evolucionar. Esto también es aplicable a los directivos, a diferencia de lo que pueda parecer, ya que tienen que tener una gran amplitud de conocimientos, habilidades y sobretodo experiencias, para poder adaptar las empresas que dirigen a las nuevas tendencias y conducirlas o mantenerlas en el camino del éxito.
En este sentido, es imprescindible primero de todo detectar estas tendencias y aceptar, en caso que haya, las limitaciones que como profesionales puedan surgir y tomar la decisión de recibir la formación que nos permita el reciclaje exigido para este mundo en constante evolución. A continuación te proporcionamos algunas claves que pueden ser de ayuda a la hora de afrontar esta realidad:
1. Aumenta tus redes de contactos: el networking te ayudará a conocer profesionales de la actividad de los cuales podría resultar beneficiosa para tu empresa. Linkedin es la red profesional por excelencia.
2. Domina las nuevas tecnologías, sobretodo aquellas relacionadas con tu sector de actividad, Las empresas del siglo XXI ya están inmersas de lleno en el mundo digital. Se avanza decididamente hacia la informatización del proceso productivo. Actualízate, no desearás quedarte atrás.
3. Aprende idiomas: en un mundo global, saber comunicarte en otros idiomas es un must para no perder la capacidad negociadora, sobretodo si tu empresa interactúa con stakeholders de otros países.
4. Ampliar los canales de comunicación: las redes sociales y el blog corporativo son una ventana abierta al mundo de los negocios. Tener una conexión a internet y tener un contacto a través de e-mail es muy importante a la hora de gestionar tu negocio.
5. Especialización: un directivo tiene que lograr el nivel de especialización más alto posible para controlar todos los aspectos de su ámbito de actuación y reinventarse para continuar aportando valor añadido a las empresas.
En conclusión, como directivo tienes que dotarte de las habilidades necesarias para tener los argumentos curriculares y el aplomo suficientes para dirigir una empresa, y esto implica un aprendizaje continuo.
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