Mindfulness para gente muy ocupada | IEFE Formació, Manresa

Mindfulness para gente muy ocupada

¿Te ha pasado alguna vez que no recuerdas como has llegado hasta casa o al trabajo? Has caminado o conducido con la mente puesta en otro lugar, en alguna cosa que ha pasado, alguna cosa que te preocupa, alguna cosa que podría pasar… en cualquier cosa menos en lo que estás haciendo. Es lo que decimos “ir en piloto automático”.

En piloto automático no disfrutas de la vida, te preocupas en lugar de ocuparte de tus asuntos, cometes errores tontos, no te das cuenta de lo que los otros te dicen (aunque creas que sí), no estás a lo que estás, el tiempo pasa de prisa y no puedes hacer todo lo que tienes pendiente, te agobias, te colapsas, te estresas…¿Te suena?

Esto que resta calidad de vida y salud a las personas, que socava las relaciones y reduce el nivel de satisfacción, también tiene un coste muy elevado para las empresas. Los errores se traducen en pérdidas, las distracciones en accidentes, los malos entendidos y las tensiones en conflictos, disminuye le eficacia, la productividad, la creatividad… y así un largo etcétera.

En este escenario, Mindfulness se presenta como una técnica innovadora no sólo para abordar el estrés y mejorar la eficacia, sino también como una herramienta para vivir de manera más llena y satisfactoria.

Mindfulness se traduce como conciencia o atención plena. Se trata de un entrenamiento regular de técnicas milenarias como la meditación o el yoga, que tienen que estar estudiadas y validadas de forma científica para estudios realizados en numerosas Universidades de todo el mundo. Estos estudios han certificado y demostrado el impacto positivo del Mindfulness en nuestro cerebro.

A pesar de los beneficios que puede proporcionarnos el Mindfulness, muchas personas paradójicamente, están tan ocupadas que dicen no disponer de tiempo para esto. Pero quien quiere puede, si sabe como hacerlo.

6 CLAVES PARA PRACTICAR MINDFULNESS AUNQUE TENGAS POCO TIEMPO 

1. Organízate. Prioriza y organiza las tareas que tienes que realizar durante el día o durante la semana si lo prefieres. Hazlo previamente, y ten en cuenta los imprevistos que puedan surgir. Determina que tareas son importantes, cuales son urgentes, las que puedes delegar y aquellas que son sencillamente “ladrones de tiempo”.

2. Practica todos los días. No se trata de hacer sesiones maratonianas. Más vale poco y constante que dedicarle un día mucho tiempo y después no volver a practicar hasta la siguiente semana. Está comprobado científicamente que la práctica diaria de 20 minutos de Mindfulness durante 8 semanas seguidas, produce cambios positivos en el cerebro. Sí, lo has leído bien: ¡SOLAMENTE NECESITAS 20 MINUTOS AL DÍA!

3. Practica siempre a la misma hora. De esta forma conseguirás crear un nuevo hábito y te será mucho más fácil. Escoge el momento del día que mejor te vaya: a primera hora, a media mañana, antes de comer, al salir del trabajo, etc. Por si no lo sabías, cuando haces alguna cosa nueva durante 21 días seguidos de forma regular, se convierte en un hábito y a partir de aquí no necesitarás mucho esfuerzo para mantenerlo.

4. Crea tu propio “ritual”. Haz de la preparación para la práctica un ritual. Apagar el móvil, sentarte en tu butaca favorita, poner música suave, o lo que sea que hagas para prepararte, se puede convertir en un ritual para ti. Esto te ayudará a pasar a un estado de atención plena de forma casi instantánea.

5. Aprovecha los “tiempos muertos”. Puedes hacer coincidir tu práctica diaria con estos momentos de espera, como el trayecto en transporte público, un atasco, en la sala de espera del dentista, lo cola del supermercado, etc. Cualquier momento es bueno para practicar Mindfulness, y puede resultar un extra muy satisfactorio.

6. Haz prácticas informales. Muchas personas desconocen que se puede practicar Mindfulness a cualquier momento del día, en cualquier lugar y realizando cualquier tarea. Esto es a lo que le decimos la práctica informal y la puedes llevar a cabo mientras haces un baño, mientras te cepillas los dientes, mientras caminas, mientras cocinas, mientras comes, mientras lavas los platos… deja volar tu imaginación y encuentra gratificantes momentos de atención plena al largo del día.

Como ves, no hay excusa. Incluso si dispones de poco tiempo, puedes practicar Mindfulness. Salir del “piloto automático” y vivir con atención plena el momento presente es una opción a tu abasto.

Por Charo Povedano Formadora y Coach en el entorno laboral. Máster en Programación Neuro Lingüística, especializada en Mindfulness para la reducción del estrés.

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